martes, 6 de marzo de 2007

Un modesto Galileo en versión actual


Desde mis tiempos de adolescente había llegado a la evidente conclusión de que se calificaba por ciencia aquello que era lo más parecido a la verdad, tenida ésta, como el conocimiento o la explicación de los sucesos materiales o sociales tal como ocurren u ocurrieron; en cambio vox populi, oigo con alguna frecuencia diferenciar entre tu verdad, su verdad, etc.; sin precisar tal vez por desconocimiento de la existencia de la ciencia, que la única verdad es la racional en base al conocimiento de hechos o datos concretos; la verdad es objetivamente importante para orientar nuestras decisiones y porque sin ella no puede impartirse la justicia.
Durante 34 años he procurado adquirir la copia y el conocimiento de toda documentación de alguna relevancia, para intentar reconocer la identidad cultural y étnica desde la Antigüedad, de los habitantes de Bilbao, mi localidad natal; no fue ésta mi elección por causa de que fuese una población importante en el ámbito universal, sino que aunque entonces lego en la historia, mis experiencias y las que me habían trasmitido mis familiares, no coincidían con lo que se decía entre los activistas sociales y las actividades políticas. Así que sintiéndome extranjero en mi propia tierra, decidí que para dar solución al dilema, había que informarse; a ello he dedicado gran parte de mi tiempo, mis esfuerzos y disponibilidades económicas; asimismo para dar explicación conexa a lo parcialmente deducido de entre tanto dato, he tenido que ampliar el campo de estudio no sólo en las disciplinas auxiliares, sino también al conjunto del país, de la nación y muy esquemáticamente de Europa, África y Asia; en cuanto al tiempo, en lo más arcano. Mi conocimiento resulta ser nada destacable fuera de lo local, donde en cambio he adquirido algunos datos más que con precisión sucesiva o cronológica, sí en cambio muy significativos. Tanto lo son, que con ellos se evidencia que la historia local e incluso nacional que se imparte, es errónea en cuanto a la naturaleza de sus habitantes y sus relaciones sociales; tal es la divergencia con la realidad, que los que dicen ser autóctonos, son descendientes de extranjeros de épocas históricas y además diciéndose de antecesores expoliados en su territorio y de su exigua cultura, han sido en realidad agresores al asalto; en algo en cierto modo parecido a lo que ahora ocurre. Un servidor en cambio soy víctima de mis aciertos, porque eso de, en el país de los ciegos el tuerto es el rey, será cierto en cuanto a la visión ocular.
Gabriel Carretié González

8 comentarios:

Gabriel Carretié González dijo...

La labor cumbre de investigación de las realizadas por Gabriel Carretié González, no se encuentra entre las mencionadas anteriormente en este blogger; se titula:
El cristianismo creó un Dios y un infame; ambos falsos.
Gabriel Carretié González

irazzun dijo...

Si el contenido del libro es la mitad de sugerente que su título yo sin ningún género de duda me lo pido.



Un Saludo.

Gabriel Carretié González dijo...

Le aseguro Irazzun, que mi reciente obra titulada: El cristianismo creó un Dios y un infame; ambos falsos, que podrá obtener directamente por medio de la editorial on line www.bubok.es, o bien encargada a algunas librerías, es mucho más que sugerente; una labor científica, incuestionable, que llegará a ser un hito universal.
Reciba un cordial saludo
Gabriel Carretié González

Gabriel Carretié González dijo...

Lo importante, no es aprender, sino estudiar lo trascendente.
Gabriel Carretié González

Jesús García Castrillo dijo...

Estimado Sr. Carretié: Veo en una entrevista publicada en internet-según cita adjunta- que es usted el autor del método de la "Glotocronología" y quisiera que me lo confirmara, por si es un error. Gracias, un saludo.

"Entrevista con el historiador Gabriel Carretié
“Han intentado comprarme para que me calle”
Inventor de la glotocronología, una fórmula matemática que determina el tiempo pasado desde que dos lenguas se desgajaron de un origen común, el bilbaíno Gabriel Carretié es un raro especimen de científico contra viento y marea que nos confiesa haber recibido ofertas millonarias desde círculos vasquistas para acallar sus teoría"

Gabriel Carretié González dijo...

Perdonen mi retraso en contestar,pero me encuentro abrumado en mi labor e ignoraba la solicitud de aclaración, que agradezco muy sinceramente.
La Glotocronología la inició por su propia iniciativa el americano Morris Swadesh; lo pueden comprobar en la Encyclopaedia Britannica, pero la corrección de la fórmula matemática que la rige, pertenece a un servidor, porque la constante que creía Swadesh, no existe más que en circunstancias muy concretas; normalmente su valor depende del entorno en que se afincan los desplazados.
Esto lo demuestro en mi obra titulada: Nuevo proceso de la Glotocronologíay paradigmas de sus aplicaciones. El origen del vasco.
Muchas gracias por solicitar la aclaración y perdón por el hasta hoy ignorado retraso.
Gabriel Carretié González

Gabriel Carretié González dijo...

“Han intentado comprarme para que me calle”
Esta afirmación está fuera de todo contexto, y así fue.
Los políticos expertos obran con sutileza, para no encontrarse en evidencia ante sus propuestas.
La proposición fue gestionada con claridad pero de forma perfectamente encubierta; sin la menor duda reaccioné, ni más ni menos, justo con la correpondiente perspicacia, si puede llamarse así.
A través de un intermediario de relaciones y conducta bien aceditadas, por ambas partes, me propusieron gestionarme y concederme no un premio concreto sobre mis realizados hallazgos, sino una subvención oficial; no quise concretar de que se trataba y renuncié a los once millones de pesetas.
No estoy sobrado de dinero; a pesar de no haber ido un solo día de vacaciones durante los últimos cuarenta años, no he podido devolver el préstamo de un amigo, ni reparar las ventanas de casa; pero me siento honesto y acreedor.
Gabriel Carretié González

Gabriel Carretié González dijo...

El fin de la vida terrestre.
Buscando un error.
He realizado una investigación, cuyos resultados por su trascendencia máxima me mantienen perplejo y consternado.
Mi preocupación inmediata y persistente es que pueda haber cometido un error, y por tanto repaso y repaso lo realizado, pues no me considero un profeta, sino un sacrificado investigador y como tal humano, susceptible de toda clase equivocaciones y abstracciones.
El hallazgo, es referente al estado de la Tierra, a saber:
A medida que se vayan fundiendo los hielos subirá la temperatura terrestre hasta que mueran achicharradas incluso las plantas.
Puede que exista un punto crítico en que el ascenso de temperatura sea imparable.
¿Lo hemos sobrepasado?
¿He llegado a la conclusión que llegaron los sabios norteamericanos, que en 1980 edificaron en las cercanías de Elberton (Georgia) el monumento que sustenta la escritura de los principios trascendentes que debieran regir la vida terrestre?
Gabriel Carretié González